La historia de la empresa comenzó en 1986 con la inauguración del Mas i Mas Bar, un local situado en la calle Marià Cubí de Barcelona que, desde su creación, centró su oferta musical en los estilos de raíces negras: funk, soul, blues, R&B… A pesar de que sus inicios fueron difíciles, con el tiempo, este bar musical se fue ganando un lugar importante en la zona de ocio de Sarrià-Sant Gervasi, convirtiéndose en punto de encuentro de un público muy heterogéneo: disc jockeys, encargados de salas, diseñadores, periodistas…
El éxito de este primer local, llevó a la empresa a ir más lejos. Así, en 1987 se abrió el Mas i Mas Café en la calle Còrsega, una cafetería-restaurante que funcionó hasta mayo de 2002. A pesar de que este nuevo negocio iba bastante bien, el mundo de la restauración no era del todo el objetivo primordial del grupo, sino que lo que pretendía la empresa era extender la música en vivo por la ciudad de Barcelona y por este motivo decidieron embarcarse en un proyecto más ambicioso: La Boîte.
En abril de 1991 abrieron esta sala en la avenida Diagonal –en el local que anteriormente había ocupado el antiguo Zacarias-. La idea era crear un espacio que combinara líneas diferentes de actuación: los conciertos en directo y las sesiones de discoteca. Poco a poco, se convirtió en un lugar de culto para los amantes del mejor blues, aunque durante sus primeros años de historia también dio salida a otros estilos, como el jazz, el flamenco, el rock o la salsa. Músicos de la talla de Jimmy Smith, Elvin Jones, Lou Bennett, Eliane Elias, Jack DeJohnette, Ray Brown, Bill Evans, Tete Montoliu, Kenny Barron o Gary Bartz pasaron por el escenario de esta sala y muchos otros grupos nacionales nacieron y crecieron gracias al apoyo de este local.
Viendo que la acogida del público era muy positiva, Mas i Mas decidió reabrir – en 1993 – dos salas más: el Jamboree y los Tarantos, situados en la Plaça Reial. El primero, un club de jazz emblemático durante los años 60, empezó a hacer una programación estable con músicos nacionales e internacionales de gran talento y, de esta forma, fue ganándose el respeto de medios de comunicación, público y profesionales del sector. A base de mucho trabajo, riesgo e ilusión, hoy días el Jamboree ya es todo un clásico de la ciudad de Barcelona y cuenta con un gran prestigio, tanto a nivel nacional como internacional.
La labor de Mas i Mas gestionando los Tarantos también iba dirigida a revitalizar la música en directo, en este caso, el flamenco. Con músicos tan importantes como Niña Pastori, Duquende o Diego “El Cigala”, la sala adquirió fama y, en la actualidad, da salida diariamente a grupos jóvenes, propuestas innovadoras pensadas para agradar a todo el mundo, tanto a los amantes del flamenco más clásico como al público no experto.
El paso siguiente para la empresa se focalizó hacia la música electrónica. En julio de 1998, tomó las riendas del antiguo cabaret Villarosa en la calle Arc del Teatre y lo transformó en el club Moog, con la finalidad de crear un espacio dedicado al tecno y al house de calidad, no sólo como discoteca sino ofreciendo sesiones en directo donde creatividad y experimentación jugaran un papel fundamental.
En noviembre de 2001, el grupo inauguró el último de sus locales: La Cova del Drac-Jazzroom. Esta histórica sala, situada en la calle Vallmajor de Barcelona, había pasado por etapas de dificultades económicas y, con la gestión de Mas i Mas, vivió un nuevo resurgir. Músicos como Kurt Rosenwinkel, Chano Domínguez, Kurt Elling, Miguel Zenón o Kenny Garrett ofrecieron actuaciones brillantes sobre su escenario.
La última iniciativa que ha emprendido el grupo es la Fundació Mas i Mas, nacida en 2007 como promotora de conciertos de cámara, convirtiéndose en un importante agente privado que programa este tipo de música en espacios como La Pedrera, el Ateneu Barcelonès o L’Auditori.
Así mismo, es necesario mencionar el Festival Mas i Mas, que desde 2003 ofrece, durante el mes de agosto, una progra-mación ambiciosa en los locales de Mas i Mas y en diferentes lugares de la ciudad, como el Gran Teatre del Liceu, el Palau de la Música Catalana o L’Auditori, espacio donde también se han ofrecido varias temporadas de música en vivo.
Tota esta actividad en favor de la música de calidad no ha sido únicamente un negocio para Mas i Mas. Ha sido una pasión, un proyecto vital que ha perseguido dotar a Barcelona de un circuito musical de primer orden y apoyar, al mismo tiempo, el talento de los artistas de esta tierra.