El próximo miércoles 7 de septiembre, viviremos
una la noche con 4 fusiones en Paral·lel 62 (antigua sala BARTS)
En esta nueva entrada, seguimos hablando de las fusiones de la noche del 7 de septiembre en el Masimas Festival. En ese caso de las fusiones del jazz con el flamenco. Todos hemos escuchado un montón de flamenco jazz. Desde Miles Davis a Paco de Lucía, pasando por Chick Corea, Gil Evans, Pedro Iturralde, Carlos Benavent o Jorge Pardo (para enumerar algunos) se han desarrollado muchos modelos para integrar estos dos universos, tan intensos como genuinos.
En los últimos años, proyectos liderados por Antonio Lizana, Chicuelo con Mezquida o bandas como Aurora, o tantas otras iniciativas firmadas por nuevos talentos nacidos en el Taller de Músics (verdadera cantera de creadores que pueden hablar ambos lenguajes con un nivel completamente nativo ), son referentes clarísimos de la fusión del flamenco con el jazz.
Sin embargo, no es tan habitual escuchar un repertorio de Wayne Shorter en clave de flamenco. O al menos a mí no me lo parece en absoluto. Y ésta es una de las propuestas para la noche del 7 de septiembre. Viviremos el último proyecto de Oleándole, el colectivo admirablemente dirigido por Ramon Olivares, que está integrando las dos escenas, con un dinamismo insólito y unas ideas realmente originales, para ejecutar un repertorio puramente jazzístico, pero en clave de flamenco. Un proyecto, Wayne Shorter Goes Flamenco, que se ha venido originando y alimentado en directo, convirtiéndose finalmente en grabación (que esperamos ver en el mercado en breve).
Oleándole nace de la mano de Olivares, con la colaboración de referentes como Jordi Bonell o Carles Benavent, y se estructura más adelante con una base de quinteto, con Frederico Vannini (guitarra flamenca brasileño) la bailaora Violeta Barrio, los cantaores Luís de la Fefa y José Martín ‘Salao’, el bajista y contrabajista Jordi Gaspar, y algunos de los mejores músicos de jazz de la ciudad, como Gorka Benitez, Albert Bover, Martí Serra, Guillermo Calliero o Gabriel Amargant, por poner algunos nombres. Por los diferentes proyectos de esta banda tan especial, han pasado igualmente nombres tan remarcables como los de Rodrigo Pahlen, Rita Payés, Oscar Latorre, Fernando Brox o el propio Jorge Pardo.
Una reunión de grandes creadores, siempre conducidos por Ramón Olivares (a la percusión y dirección), para conseguir un objetivo muy personal y universal a la vez. Porque Olivares considera a Oleándole como un proyecto de jazz puro, pero también de flamenco puro. Y es que en realidad, nunca lo etiqueta como jazz de fusión, prefiere hablar de jazz de fisión o de flamenco de fisión. Toda una metáfora, para evocar la grandeza de cada uno de los integrantes de este colectivo, elegidos especialmente para ser disueltos dentro de los dos lenguajes (el de Miles y el de Camarón) y poder liberar toda su energía al servicio de este proyecto. No se pierdan lo del día 7 en Paral·lel 62… Será irrepetible y Oleándole ¡les va a en-can-tar!